viernes, 28 de septiembre de 2012

Ready for autumn

Si hay algo que me gusta al despedir al mes de agosto es que septiembre, (y el otoño en general) aquí es especialmente agradable. El clima es perfecto, porque no hace ni demasiado frío, ni mucho calor. El tiempo es suave, y gusta mucho salir a pasear por las tardes con una simple chaqueta. Me encanta ir viendo las hojas de los árboles cada vez más amarillas y marrones y mucho más agacharme al suelo para hacer fotos cuando todas esas hojas ya no están en las ramas... 

Pero este año creo que el otoño ha pasado un poco de largo por aquí, porque ya llevamos una semana con el cielo nublado, viento fresco, y bajada de temperaturas por la tarde-noche. Algo más cercano al invierno incipiente que al final del verano... confiemos en que pronto mejore porque el hecho de haber encendido ya la calefacción supone aceptar que el frío ya se ha instalado en Castilla. 
Suerte que siempre me he caracterizado por ver los vasos y botellas medio llenas, y a poner buena cara al mal tiempo, en este caso literalmente, así que en cuanto hemos tenido un par de días de lluvia seguidos he puesto las botas de agua (que ella estaba deseando estrenar) a la peque, y nos hemos ido en busca de algún charco afotable...

Ready for autumn

Sé que la definición de la foto no es perfecta, pero ese momento splash que hizo mi niña por primera vez en su vida hace que yo lo vea especialmente bonito ♥

Ya por el camino iba arrastrando el paragüas y diciéndome cada poco: "¿Amo a paque a guagua?" = Vamos al parque a por agua? que es su forma de decirme que quería ir a un charco, jaja.

PicMonkey Collage2

Así que en cuanto vi uno no demasiado grande ni profundo (la pobre nunca había tenido unas botas de agua) allá que nos fuimos las dos. Encima con ese fondo lleno de árboles tan bokehlicius... el sitio era perfecto!

PicMonkey Collage

Al principio no sabía que hacer, porque claro... ¿cómo hago para pisar y saltar en un charco sin mancharme y que mamá no me riña? Mi niña, que es la mar de apañada :) Poco a poco iba entrando y saliendo, y haciendo intentos de saltos, pero como aún es pequeña y su equilibrio no es tan bueno como para hacer un salto grande y caer otra vez de pie (hubo varios pequeños saltos con amenaza de culada, jijiji) pues hacía pequeños saltos-pasos hacia delante... 
Fue un rato divertido, y a pesar de llevar un pantalón blanco, logramos salir de allí tan relucientes como habíamos entrado :D
Conclusión: lleva dos días que cada vez que se levanta abre el cajón, saca las botas, y me dice: "A pone a botas, llueve". ♥♥

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